El papel del entrenador es fundamental en el rendimiento de un equipo. Su capacidad para motivar a los jugadores, diseñar estrategias y gestionar el vestuario puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso. Entrenadores como Pep Guardiola, Carlo Ancelotti y Jürgen Klopp han demostrado cómo una buena gestión técnica puede llevar a un equipo a la gloria.